La Calle Lipova: La marcha de un inquilino ¿Que hacer?

Despues de dos años y medio de estancia mi inquilina se va del piso. Esto lleva asociados algunos trabajos que no podemos descuidar si queremos mantener el control de la situación. Cuando un inquilino se marcha, es necesario hacer algunas cosas que si olvidamos pueden ser causa de problemas y costarnos dinero. Como dice Robert Kiyosaki, debemos ocuparnos de nuestros propios asuntos.

"La diferencia entre alguien que llega y la misma persona cuando se va está en sus motivaciones".

Piensa por ejemplo en unas vacaciones, seguramente estás mas motivado para el viaje de ida que para el de vuelta. En mi caso, cuando fuí a China este verano no me importó madrugar para coger el avión, las esperas, los controles ni los trasbordos. Pero para el viaje de vuelta esas mismas cosas me parecían 10 veces mas molestas porque la motiviación incial había desaparecido. Un inquilino que se marcha tiene motivación cero e interés cero en facilitarte las cosas, pues está pensando en su proxima nueva casa.

Muchos inquilinos piensan que con irse del piso ya han cumplido... pero esto no es así. A continuación 4 cosas fundamentales que no se deben dejar de hacer cuando se marcha un inquilino.

4 cosas que debes hacer cuando un inquilino se va de tu casa

1. Firmar una carta de renuncia.

El inquilino debe firmar un acta donde renuncia a seguir ocupando la vivienda. Debe indicar expresamente el día que abandona el piso ya que el contrato de arrendamiento se sigue considerando vigente mientras no se diga lo contrario: si no se hace este sencillo paso hay consecuencias no deseables: Sin una carta de renuncia firmada por el inquilino que se marcha, no se puede legalmente volver a alquilar la vivienda a otra persona, ni se permite empadronar al nuevo inquilino, porque oficialmente el contrato anterior sigue vigente.

No hacer firmar al inquilino una carta de renuncia con la fecha donde abandona el piso puede ser causa de problemas legales, burocráticos, e incluso financieros.

2. Revisar los contadores

Es fundamental comprobar que las últimas facturas pagadas corresponden con los consumos reales realizados de agua, electricidad y gas. No es probable que haya facturas por pagar puesto que la compañia eléctrica corta el suministro si no se le paga, pero algunas personas falsean durante años las lecturas del contador para pagar menos.

Puede ocurrir que encontremos una gran diferencia entre los consumos declarados a la compañia y los reales. Si no se detectan estas desviaciones el propietario deberá hacerse cargo antes o después del importe puesto que el siguiente inquilino no se va ha responsabilizar -logicamente- de los gastos de su antecesor.

Mirar los contadores, comparar los datos con la factura real y calcular las posibles desviaciones es una tarea tediosa, pero si no se hace puede costarnos dinero.

3. Limpiar el piso

Es una norma de educación básica que al marchar de un sitio se deje en el mismo estado en que se encontró. A demás, en el contrato suele indicarse que el inquilino saliente debe entregar el piso limpio, tal y como lo recibió. Pero la realidad es otra el 99% de las veces. Un ejemplo: ¿Que pasa cuando en el cine se acaba la pelicula y se encienden las luces?¿Que le ha pasado al suelo? La moqueta que estaba limpia y recien aspirada, en menos de dos horas se ha convertido en un campo de batalla, los restos de comida invaden el suelo y hay envases desparramados por todos lados.

Una buena limpieza es conveniente tanto cuando estamos ofreciendo un piso como si queremos vender un coche, pues es bien sabido que también compramos 'por los ojos'. Más aún en epocas como la que vivimos donde la oferta es mayor a la demanda. Normalmente el dueño es el que acaba limpiando, porque es el más motivado en que su piso (o coche) tenga el mejor aspecto posible y enamore a los interesados.

Una limpieza a fondo requiere un tiempo y tiene un coste, bien sea que contrates a alguien para hacerlo, bien lo hagas tu mismo (tu tiempo también vale) has de tenerlo en cuenta.

No limpiar el piso antes de enseñarlo puede hacer que tardes más en encontrar nuevo huesped, y el tiempo es dinero.

4. Devolver la fianza.

Esto no es tan obvio como podría pensarse: el propietario debe conservar la fianza en su poder hasta el último dia de vigencia del contrato. Es un gran error permitir que el inquilino no pague algún mes de su estancia a cuenta de la fianza que depositó al firmar el contrato - tampoco los últimos meses- . Si el inquilino llega al último dia de estancia y no se le debe nada seguramente sea porque el inquilino debe algo al dueño y cobrarlo a posteriori será misión imposible. Los inquilinos se esfuman trás abandonar el piso y si has de reclamarle algo es posible que no le puedas localizar nunca jamás.